Al volante son muchos los factores que pueden causar un accidente, pero como apunta el Barómetro Fesvial de Seguridad Vial y Movilidad, la percepción de los conductores no coincide con la realidad: un 50% de los automovilistas españoles cree que el alcohol y las drogas son las principales causas de la siniestralidad, pero los datos demuestran que son la tercera, por detrás de las distracciones y la velocidad.
Según datos de 2018 publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT), las distracciones causan el 32% de los siniestros con víctimas, seguidas por la velocidad (22%) y el alcohol y las drogas (21%).
- 2013: 89.519 accidentes (en el 4,3% de ellos había presencia de alcohol)
- 2014: 91.570 accidentes (3,2%)
- 2015: 97.755 accidentes (3,2%)
- 2016: 102.362 accidentes (2,3%)
- 2017: 102.233 accidentes (2,7%)
Radiografía de un accidente de tráfico con alcohol
Un siniestro en el que esté presente el alcohol suele tener ciertas características diferenciadoras. La principal es que este tipo de accidentes tiene una mayor lesividad de la que se registra habitualmente en el resto de accidentes, con un promedio de 1,49 víctimas por accidente, lo que supera el ratio del resto, situado en 1,39. Y no solo eso, también presenta un mayor porcentaje de lesiones graves (un 9,47% de los casos, frente al 7,15%), así como de víctimas (2,25% frente al 1,21%).
Es mucho más habitual que en estos casos solo se vea implicado un vehículo (56,3% de las veces). Lo normal, por otra parte, es que sea un turismo (en el 77,8% de las ocasiones) y lo más común es que choque contra un obstáculo o elemento de la vía (23,8%). También son abundantes los golpes por alcance (15,6%) y las colisiones frontolaterales (12,2%).
Por épocas del año, son el verano y los meses de noviembre y diciembre los que registran el mayor número de siniestros. Además, los siniestros suelen producirse entre las ocho de la tarde y la siete de la mañana. El conductor tipo es un hombre (88% de los casos) y el tramo de edad de entre 18 y 35 años es el que concentra el 44,4% de los siniestros.
Durante el periodo de tiempo que analiza el estudio, entre 2013 y 2017, el alcohol estaba presente en el 28% de los conductores fallecidos, en la inmensa mayoría de los casos sin mezclar con otras sustancias. Además, aunque la mitad de los positivos se registraron en grupos de mediana edad, de entre 30 y 55 años, los fallecidos con positivo de alcohol que no superan los 35 años suponen hasta el 30%.
En el 66% de los casos los fallecidos superaban los 1,5 g/l de alcohol en sangre, una cantidad que deriva –según el informe de Fesvial– en una “conducción altamente peligrosa” o “imposible”.